Exposición en digital




INTRODUCCION

Al tomar una fotografía, la luz que proviene del sujeto pasa a través de la lente y se convierte en una imagen enfocada.  Cuando hacemos una foto estamos capturando la luz reflejada en los diferentes objetos que componen nuestra escena. La exposición, por tanto, es la característica fundamental de la fotografía. Una exposición correcta es necesaria para obtener dicha imagen con la calidad adecuada. En función del soporte que utilicemos para trabajar, la exposición la haremos de una forma o de otra. Por ejemplo, la diapositiva tiene una latitud de exposición limitada y  además no podemos influir en el revelado, por lo que tenemos que exponer de forma que las altas luces no se quemen. Es norma habitual subexponer un tercio o dos de diafragma para saturar y controlar las altas luces. Sin embargo, al trabajar con película en blanco y negro que tiene una latitud de exposición bastante mayor,  hay que exponer para obtener sombras con detalle (parte menos densa del negativo) y luego influir en el revelado para controlar las luces.  De ahí la famosa frase acuñada por Ansel Adams en su trilogía fotográfica:  “En fotografía en blanco y negro, hay que exponer para las sombras y revelar para las luces”. En digital hay que hacer justo lo contrario. Hay que exponer para las luces teniendo cuidado de no reventarlas por que es en las luces donde tenemos la mayor parte de la información.      
           
            UN POCO DE TEORÍA

Los sensores digitales funcionan de forma lineal al contrario de la película o del ojo humano que no lo es. En el negativo, ante cada incremento de la exposición se produce un incremento proporcional de ennegrecimiento pero solo en los tonos medios. En las altas luces y en las sombras, no ocurre esto de forma proporcional. Esto es debido a la compresión tonal en los extremos de la escala. Si examinamos la curva característica de una película (curva desintométrica), podemos ver que tiene forma de “S” alargada

curva caractrística de una película profesional en color

El sensor digital de una cámara, en cambio, funciona de forma lineal se activa si hay luz y su constancia es matemática. Si nuestro sensor funciona por ejemplo a 12 bit, podemos registrar un total de 4096 valores diferentes por canal.

Podríamos pensar que teniendo una escena con cinco diafragmas de rango dinámico, dividimos los 4096 valores entre cinco y tenemos un reparto uniforme. En realidad, el nivel 2048 representa el valor para el segundo diafragma, 1024 para el tercero, 512 para el cuarto y 256 para el quinto.  Por lo tanto, la mayor parte de información se concentra en las altas luces (2048 niveles de un  total de 4096) por lo que es crucial exponer correctamente las zonas claras.

En las cámaras digitales actuales, el fotómetro de la cámara se ha diseñado igual que en las analógicas, esto es, la cámara está calibrada para medir un gris medio y realizar la exposición en función de dicha medida. La razón de hacerlo así es para proteger las altas luces y que éstas no se quemen. Algunas cámaras de aficionado suelen subexponer de forma deliberada por este mismo motivo. Este sistema de medición puede acertar y darnos una fotografía correctamente expuesta u otra subexpuesta con lo que perdemos gran parte de los tonos disponibles, además del consiguiente aumento del ruido en las sombras por la subexposición que se hará mas patente al corregir niveles en el ordenador o exposición  en Lightroom.


RAW o JPEG

Existe una gran diferencia entre un tipo  de archivo u otro. En función de la situación que nos encontremos o incluso de nuestra preferencia personal, deberemos elegir uno u otro. Como veremos mas adelante, no se expone igual un formato u otro. Veamos un poco mas a fondo cada uno de ellos:

Un RAW es un archivo sin compresión, es decir, no es un archivo de imagen en si mismo. Se trata de la información de la cámara en bruto sin compresión ninguna. Así, una cámara de 12 MB producirá un archivo de 12 MB. Las principales características de un RAW son:
           
·      Almacena al menos 12 bit por canal de información
·      Es un formato sin compresión
·      Menos contraste
·      Mayor rango dinámico
·      Menos nitidez
·      No se puede imprimir ni  visionar directamente de la cámara
·      Es un archivo sólo de lectura

Un JPEG es un archivo comprimido estándar interpretable por cualquier visor fotográfico existente. En comparación con el RAW sus principales características son:

·      Formato estándar
·      Almacena 8 bit por canal de información
·      Archivo comprimido
·      Menor rango dinámico
·      Mayor contraste
·      Mayor nitidez
·      Pérdida de información en cada paso de retoque
·      Posibilidad de procesado en la propia cámara dependiendo del modelo

Vistas las características de ambos, ¿cual utilizar?. Existe una creencia bastante extendida que dice que hay que trabajar en JPEG y utilizar RAW cuando necesitamos alta calidad.
A mi entender, es una creencia errónea. Por norma, hay que trabajar en alta calidad y utilizar JPEG cuando tenemos prisa o problemas de espacio. Hay que tener en cuenta que    
el resultado visual de un RAW sin procesar será de una imagen un poco clara y con poco contraste. Se trata de obtener la mayor cantidad posible de información en el momento de la captura. Si disparamos en JPEG, la cámara asigna de forma automática una curva prefabricada a los datos del sensor aclarando sombras, oscureciendo luces y enfocando la imagen. En función de la compresión aplicada, descarta mas o menos información. Las cámaras compactas aplican una curva mas contrastada y las profesionales menos.

Trabajar en RAW nos obligará a tener tarjetas más rápidas y de mayor capacidad y también controlar los disparos en ráfaga, pues se nos puede bloquear el búfer de la cámara. También debemos revelar y procesar el archivo antes de enviarlo a nuestro cliente, aunque de ese modo tenemos un mayor control del proceso y obtendremos una imágen final de mayor calidad y mas a nuestro gusto.

Trabajar en JPEG nos permite obtener archivos con menos peso, con lo que no necesitamos tarjetas tan rápidas ni de tanta capacidad y podemos disponer de forma inmediata de las imágenes para su envío a nuestro cliente. No obstante como mencionaba antes, es un archivo que no necesita revelado y, en general, lo usaremos cuando no necesitemos prácticamente realizar ajustes en la imágen.


    CONFIGURACIÓN DE LA CÁMARA

Además de los ajustes habituales de velocidad, diafragma, etc, las cámaras semi profesionales y las profesionales, tienen una serie de ajustes internos  que conviene conocer y ajustar para obtener unos óptimos resultados. Se trata, como comentábamos anteriormente, de obtener en el momento de la toma la mayor información posible sin preocuparnos demasiado del contraste o saturación del color parámetros que ajustaremos en el posterior revelado.

En concreto en las cámaras Nikon D3 (me vais a permitir la licencia de hablar en concreto de ella por que es la que utilizo y conozco a fondo) dentro del menú Disparo entramos en Ajustar control de imagen y tenemos cuatro posibilidades:
Estándar, neutro, vívida y monócromo
   
menú ajustar control de imagen en una Nikon D3


Una vez pulsado cualquiera de ellos, es posible modificar varios parámetros como vemos en la imagen que muestro a continuación:

Menú ajuste rápido de una Nikon D3

Por defecto, todos estos parámetros suelen venir en automático por lo que recomiendo ponerlo en manual, control de imagen en neutro y los ajustes de nitidez, etc en cero. Según mi experiencia, es mas efectivo y obtenemos mejores resultados partiendo de un archivo lo mas puro posible sin ningun ajuste previo, pues en el momento de la captura, insisto una vez mas, solo debemos preocuparnos de obtener la mayor información posible. Obviamente, es mas efectivo subir contraste, nitidez o brillo que bajarlo. Una imagen en exceso contrastada perderá calidad al modificarlo y nos aparecerá ruido en las sombras, con la consiguiente merma de calidad.

            DERECHEANDO EL HISTOGRAMA

La forma correcta de exponer en digital, es tratar de llenar el histograma en la zona de las altas luces pero sin llegar a reventarlas. Muchas veces tendremos una imagen sobreexpuesta con los tonos lavados y las luces sin detalle, pero despues en el revelador volveremos a llevar esos tonos a su sitio para obtener una fotografía correctamente expuesta. con lo que obtendremos una mayor riqueza tonal, menos ruido y mayor calidad general.
Si nos fijamos en el histograma de la izda, lo que tenemos que hacer es desplazar el mismo hasta que llegue a la parte derecha (zona de las luces) sin llegar a montar pues esto significaría zonas quemadas. Esto podemos hacerlo de dos formas, la primera es hacer una fotografía, ver el histograma y hacer una segunda corrigiendo la exposición en función de la toma anterior.

Este sistema es efectivo pero creo que poco práctico. Para cada foto necesitamos dos tomas, con la consiguiente pérdida de tiempo y de batería, sin contar que muchas veces no tendremos tiempo de hacerlo.

Un segundo sistema más efectivo es aplicar un poco el sistema de zonas de Ansel Adams.
Para ello, debemos "visualizar" la escena y decidir cual es la zona mas clara que queremos con detalle. A continuación medimos dicha zona en medición puntual y sobreexponemos dos puntos en la cámara a partir de dicha medición. aunque deberemos hacer pruebas con nuestra cámara por si varía, pero no creo que lo haga mucho. También hay que tener en cuenta que el histograma que vemos en la cámara se hace en función de una interpretación JPEG de nuestro archivo RAW, con lo que a lo mejor vemos un pico de sobreexposición que no es tal. También hay que fijarse en posibles brillos especulares que pueden alterar la medición.   


            CONCLUSIONES

La aplicación de dicho método, en principio, es  válido para todas las situaciones y en todo momento con varias salvedades. La primera y mas importante es que solo debemos aplicarlo trabajando en RAW. En JPEG no hay otra que visualizar el histograma y corregir exposición si es preciso. Es obvio que siempre será mas fácil aplicarlo en aquellas ocasiones que tiremos a "balón parado" con trípode y con la situación controlada. En periodismo, deportes, etc, es mas complicado pues las condiciones pueden variar rápidamente, aunque se puede hacer.


            © SANVICENS

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